No somos humanos sin los otros.
No nos constituimos como sujetos sin el reconocimiento de esos otros.
De allí la importancia del vínculo y del diálogo como camino a la intersubjetividad, como posibilidad de estrechar lazos, de construir la propia identidad, de encontrarse y de vivir en comunidad.
Vivir y vivir en la escuela con valores, debe ser nuestro objetivo, ya que al fortalecer los valores humanos crecen las virtudes.
Cuando hablamos de valores nos referimos a convicciones humanas fundamentales, que llevan a la realización plena, a ciertas actitudes o comportamientos asociados a un valor o a una virtud.
Una persona es más humana cuando puede reconocer que es un ser capaz de lograr que los demás lo acepten, lo respeten y puede convivir.
Uno de los valores destacados y de las actitudes más deseadas en el
entramado de las relaciones humanas, es el compañerismo el cual incluye el amor, el respeto y la comunicación entre dos o más personas.
Y es en la escuela donde este compañerismo debe fomentarse.
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